Tal vez la han visto en sus recomendaciones de netflix o han escuchado a algún amigo hablar de esta serie. Lo cierto es que Poco Ortodoxa es una serie que tras su reciente estreno está teniendo mucha aceptación en la opinión popular, quizá porque los deseos de libertad y la sensación de cautividad nos resulta más cercana mientras estamos en cuarentena. 

Esta serie nos cuenta la historia de Esty, una joven de 19 años que huye de la comunidad ultraortodoxa de Williamsburg en Nueva York donde desde hacía más de un año vivía en un matrimonio en el que no era feliz. Con esta decisión Esty comienza un viaje no sólo a Berlín sino hacia el descubrimiento de sí misma. Así podemos ver el choque cultural que esta sufre al encontrarse con un mundo del que no conoce nada de su funcionamiento. Desde el físico de la actriz hasta las expresiones, incluso las miradas vacilantes que aparecen durante micro segundos esta serie nos muestra como la cultura determina en gran medida las personas que somos y como actos pequeños que nos enseñen realidades diferentes son capaces de hacer un cambio sustancial. 

Y aunque el personaje de Esty y como deja todo tirado y se lanza hacia lo desconocido es fascinante no puedo ignorar lo maravillosamente bien diseñado que está el personaje de Yanky Shapiro, el esposo de Esty, la serie pudo haberla hecho huir de un marido alcohólico, que la golpeara y tantas cosas más, sin embargo nos presentan a este chico jasídico que no cuestiona para nada las cosas que le han enseñado toda su vida, que se dirige según lo que sus mayores le dicen que está bien o mal y que se encuentra completamente conforme con quien es y lo que su comunidad espera de él. Este antagonismo nutre la serie porque nos hace ver que Esty huye de algo mucho más grande que un mal matrimonio, ella se va porque sabe que nunca va a ser feliz en ese lugar, porque no puede encajar con lo que se espera de ella como mujer, con lo que su dios espera de ella. No nos presenta un desprecio hacía lo que ella era en el pasado y la forma en la que vive la comunidad jasídica sino que poco a poco vemos como ella se va construyendo en base a las cosas en las que ella misma cree, algunas que le fueron enseñadas desde niña y a pesar de las circunstancias sigue considerando correctas y otras cosas que va aprendiendo de sus vivencias en Berlín y tiene mucho mérito la forma en la que la serie muestra como nuestra protagonista se va descubriendo a sí misma de una forma taaaaan visual (tal como lo vemos en la escena del lago del primer episodio o la del pantalón). 

Esta serie crea consciencia y nos enseña una cultura completamente diferente a la nuestra que vive y aplica reglas que para nosotros pueden ser absurdas pero para ellos son su día a día y cada una de ellas tiene una razón de ser, un contexto en el cual surgió. Pero no puedo dejar de pensar que de cierto modo todos compartimos con Esty su viaje, todos somos formados con un conjunto de reglas y valores morales que tarde o temprano nos toca cuestionar y que debemos decidir si creemos o no. No somos lo que nos educaron para ser y esto le añade un valor a esta serie porque no deja de ser un viaje muy muy humano. 

Ahora si nos ponemos a ver los personajes secundarios necesito destacar a tres de ellos que especialmente me llaman la atención, el primero es Dasia una chica a la que le abrieron el mundo y su familia apoya incondicionalmente pero para quien este apoyo, la fe que tienen sus padres en ella se convierte en una carga por sentir que no va a cumplir las expectativas que tienen de ella. Luego a Yael una talentosa música judía que es quien tiene ideas más reales sobre el lugar de donde viene Esty y me parece que es el persona que le da más oportunidades de crecer y madurar ya que nunca trata de protegerla, le habla como a un adulto sin dulcificarle las situaciones, tal vez porque sabe que la chica no entiende del todo el mundo y puede ser muy decepcionada por él ya que no siempre va a haber personas que la cuiden a ella y sus sentimientos. Esty tiene mucha suerte enfrentándose a un mundo desconocido, no tiene malicia de ningún tipo, no piensa que las personas le van a mentir o hacer daño de ningún tipo y es bajo estas circunstancias en las que las opiniones de Yael, incluso siendo crudas se vuelven necesarias. Y finalmente Moishe, este chico que es enviado por el rabinoo al mundo real una y otra vez para cumplir ciertos encargos como amedrentar a quienes abandonan la comunidad, sin embargo, al verse con más acceso al mundo real del que tiene cualquier otra persona de su comunidad tiene problemas que los demás no tienen. Es verdugo de los otros y sin embargo es sobre todo verdugo propio porque su carga moral es demasiado pesada. No cambia de actitudes porque piensa que le han impuesto los valores equivocados sino que lo hace en contra de sus propias reglas morales. Esty y Yanky cambian, se cuestionan sus propios valores a lo largo del tiempo sin embargo a Moishe lo vemos coqueteandole al "pecado". 

En resumen, es una excelente serie con una muy buena producción y con personajes y trama muy bien logrados, el único pero podría ser el desarrollo del personaje de Moishe que un poco se queda corto a nivel de motivaciones, es poco lo que lo llegamos realmente a conocer a través de la serie a pesar de lo mucho que sale desde el primer episodio. Ahora solo nos queda esperar que tras su éxito netflix no se engolosine con la plata y la deje justo como está, con un final bien cerrado y bonito.